lunes, 26 de marzo de 2012

El conflicto en Siria


   Las cifras no dejan lugar a dudas, y la revuelta popular, las luchas sociales y políticas y los enfrentamientos armados han sumergido a Siria en una guerra civil no declarada.
   La primera revuelta siria comenzó en 26 de enero de 2011, influida por otras protestas en el mundo árabe. El pueblo sirio reclama una democracia plena, más libertades y el respeto absoluto a los derechos humanos, pero, tras un año de protestas, el presente de Siria es más que preocupante y su futuro más que incierto.
   Unos 8.000 civiles han muerto a manos de las tropas y fuerzas de seguridad sirias, y otros miles han resultado heridos. Las bajas entre las fuerzas leales al gobierno por las acciones de los rebeldes superan los 2.000 fallecidos, según el Gobierno sirio.
   El número de arrestados y desaparecidos se sitúa entre los 9.000 y 15.000 personas. Además, 75.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus ciudades para buscar un refugio y huir de la represión, de las cuales 25.000 han emigrado a otros países.








     La mencionada descontextualización y falta de objetividad por parte de las redes sociales y de los medios internacionales, a través de los cuales llega la información de lo que sucede en Siria al resto del mundo, no debemos tomarla al pié de la letra. Por una parte, a los dirigentes políticos no les interesa que se muestren parte de los sucesos, ni que se filtre información que les pueda resultar perjudicial. Pero de la misma forma, a los rebeldes les interesa todo lo contrario, pues añadiéndole magnitud al problema logran un mayor protagonismo y captan la atención de los medios. A su vez, a los medios les interesa captar el interés del público, y aunque sea vergonzoso, el morbo continúa generando una gran espectación.
     Tras escuchar en el aula el testimonio de Mayte Carrasco sobre lo que ella ha vivido en primera persona, parece una falta de respeto que se ponga en entredicho la credibilidad de los medios internacionales, sin embargo, la manipulación constante en muchos de ellos es abrumadora, como se demuestra en el segundo video adjuntado.

En conclusión, la inseguridad política genera a su vez una inseguridad ciudadana que, por parte de los rebeldes, se expresa a través de la insurrección armada. Esto conlleva el inicio de un círculo vicioso en el que parece que la violencia es la única solución. Sin embargo, después de un año, la espiral de muerte y destrucción continúa, así como la desinformación y el engaño.



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